ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"
CAPITULO VI
Seguimos
con las consideraciones del Dr. Bonadío respecto de los dichos del periodista
Cabot al momento de prestar declaración testimonial.
Nos
manifiesta en su auto de mérito que el Sr. Cabot dijo:
Vemos que
el Dr. Bonadío ha colocado su interés en dichos del Sr. Cabot que sólo son
“opiniones” del mismo respecto de lo que leyó éste en los cuadernos originales
y no hechos que éste haya presenciado, por lo que no encontramos gran valor
probatorio a esta testimonial seleccionada por el Dr. Bonadío, más allá de
confirmar algún sesgo de razonamiento que ya tenía el Juez, algo que no es
utilizar el método de la sana crítica que le exige la Corte Suprema de
Justicia.
Pero
detengámonos en lo dicho por el Sr. Cabot a los fines de saber para qué puede
servir su declaración testimonial.
Dice que
Centeno anotó en los cuadernos “… todo tipo de referencia que SEGURAMENTE se
enteraba por comunicaciones telefónicas en el auto…”
Increíble
que un testigo que leyó los cuadernos le “interprete” al Juez lo que leyó y
verbalice en una declaración testimonial ante la justicia que algo de lo que
leyó “SEGURAMENTE” ocurrió de una
forma expresamente determinada.
Pero más
increíble es que un Juez tome esto como referencia probatoria.
¿Acaso el
Juez Bonadío corroboró en la indagatoria que le tomó a Centeno que lo por él
anotado donde hacía “todo tipo de referencia”, se correspondía a comunicaciones
telefónicas que tenía en el auto?
¿O sólo
esto es una conjetura del testigo Cabot que no ha podido ser comprobada en
primera persona?
No puedo
creer que el Dr. Bonadío quiera poner en boca de una persona algo que no dijo y
que como no lo dijo hacía falta que alguien más lo dijera para confirmar que
los sucesos fueron de esa forma y no de otra.
Habrá que
esperar un poco para saber si realmente el Juez Bonadío toma esa “seguridad”
que tiene Cabot como un elemento de prueba respecto a que eso es veraz, aun
cuando no haya sido el propio actor de los hechos el que se lo dijera, sino
alguien que leyó sus anotaciones y las interpretó subjetivamente.
Pero vemos
que el Sr. Cabot no se queda en paz con su “seguridad”, sino que avanza aún más
en su subjetiva apreciación del contenido de los cuadernos y le dice al Juez
que esas referencias anotadas por el Sr. Centeno, haciendo todo tipo de
referencias, “… eran detalladas
pormenorizadamente como para darle verosimilitud al relato”.
Listo, el
Juez ahora puede encontrar en esta subjetiva apreciación de la lectura de los
cuadernos, realizada por el Sr. Cabot, su argumento probatorio en relación a
que las referencias eran detalladas pormenorizadamente como para darle
verosimilitud al relato y no en otros elementos externos o internos, ni
siquiera periciales. Nada, sólo con que lo dijera una persona que leyó los
cuadernos originales le basta al Dr. Bonadío como para considerar que eso es de
mérito suficiente para así considerarlo.
Entonces
tenemos que para el Dr. Bonadío, dado que toma esta parte de la testimonial del
Sr. Cabot como importante, las referencias anotadas por Centeno en los
cuadernos eran conocidas por éste por hablar por teléfono en el auto y así las
detallaba pormenorizadamente para darle verosimilitud a su relato. No porque se
lo dijo el mismo Centeno, ni peritos adecuados, ni surja de otra prueba, sino
sólo porque lo dijo el Sr. Cabot.
Y luego
nos encontramos con otra increíble forma de razonar los hechos del Dr. Bonadío,
porque no es que busca pruebas para verificar lo dicho en los cuadernos o tan
siquiera lo dicho por el Sr. Centeno en su indagatoria, sino que quiere hacer
valer como veraces las declaraciones de un testigo, el Sr. Cabot, que leyó los
cuadernos y que los interpretó subjetivamente, porque nos dice en su auto de
mérito:
Es decir
que había que “avalar” lo dicho por el Sr. Cabot, que en realidad no tiene la
más mínima relevancia en relación a cómo éste interpreta las anotaciones de los
cuadernos ya que sólo es una de las 7.000 millones de personas que hay en el
planeta que puede hacerlo, como si eso fuera realmente valioso al momento de
probar algo en la causa.
Esto pone
en grandes aprietos al Dr. Bonadío respecto a la obligación que le impuso la
Corte Suprema de Justicia de la Nación de utilizar el método de la sana
crítica.
Pero
sigamos analizando ese “aval” buscado por el Dr. Bonadío porque aun así nos va
a sorprender mucho más su razonamiento jurídico.
Pone como
“aval” de lo dicho por el Sr. Cabot que del testimonio del Sr. Jorge José
Bacigalupo surge que éste le entregó los cuadernos al Sr. Cabot. ¿Y con eso qué
se prueba en relación a avalar lo dicho por el Sr. Cabot respecto a sus
“seguridades” o respecto de cualquier cosa que interpretara de los cuadernos?
Nada, sólo puede probar que el Sr. Cabot tuvo los cuadernos originales, algo
completamente diferente a probar lo que dijo el Sr. Cabot.
Ahora
tiene una oportunidad de oro el Dr. Bonadío porque nos puede citar a los 45
millones de argentinos y preguntarnos qué interpretamos de lo que surge de los
cuadernos, entonces ahí tiene una fuerte y contundente prueba de que lo allí
“anotado” es tal o cual cosa.
Total que
lo diga el Sr. Cabot y que eso es lo que hay que entender como veraz sólo
porque tuvo los cuadernos, es lo mismo que lo digamos cualquiera de nosotros
que también hemos tenido la oportunidad de leer sus contenidos. ¿O no es eso lo
que surge de la lógica del razonamiento del Dr. Bonadío?
Claro que
es eso lo que surge y tan seguro estoy de eso porque inmediatamente expresa el
Dr. Bonadío que los dichos del Sr. Cabot, también están avalados por el
testimonio de otros dos periodistas, la Sra. Candela Ini y el Sr. Santiago
Jorge Nasra, quienes afirmaron que el Sr. Cabot les “exhibió” los cuadernos.
Lástima
que Bonadío haya desperdiciado la ocasión y no les preguntara a estos otros dos
periodistas que pudieron tener contacto con los originales, lo que pensaban que
era lo que surgía de su contenido, como para tener otras dos versiones de los
hechos.
Total esos
dichos de estos periodistas seguramente tendrían el mismo valor probatorio que
los dichos del Sr. Cabot, puesto que todos estuvieron en contacto con los
cuadernos originales.
Pero ese
no era el tema principal para el Dr. Bonadío, porque podría haber hecho lo
mismo cuando le tomó declaración testimonial al Sr. Bacigalupo, otro que estuvo
en contacto con los originales de los cuadernos y, sin embargo, tampoco lo
hizo.
Lo
importante para el Juez sólo era lo que opinaba el Sr. Cabot y lo era porque
así se le ocurre y nada más, otorgándole veracidad a sus “opiniones” sólo
porque tuvo en contacto con los cuadernos originales, no porque lo expresado
por el testigo haya sido corroborado con prueba alguna.
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