ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"
CAPITULO XVII
La novena
cita que hace el Dr. Bonadío en su llamada “bitácora del delito”, hace
mención a la “anotación” del 23 de julio de 2010, en la que Centeno escribió
que llevó a Baratta a un domicilio y bajó al subsuelo donde se encontraron con
una persona que subió al auto con una valija color negra y “… le dice
al lic Baratta que era lo de Comahue y que tratara de que salga el otro
proyecto Comahue Cuyo son obras de energía eléctrica; le dice que hay en la valija U$S2.500.000 … “.
Estamos nuevamente en “dichos” de Centeno que
expresan “dichos” de otras personas, algo que no es posible utilizar como
prueba si no se corrobora fehacientemente que lo “dicho” ocurrió realmente y
para ello nos tendrá que indicar el Dr. Bonadío cuáles son las pruebas que
tiene sobre la existencia de esa valija de color negro subida al auto que
conducía el Sr. Centeno ese día 23 de julio de 2010 en el subsuelo del inmueble
ubicado en Alem 454, o sea, si tiene o no imágenes de cámaras de seguridad,
registros de las “guardias” o alguna otra que amerite considerar que están acreditados
esos hechos.
También deberían surgir evidencias claras de que el
contenido de la valija era dinero, que ese dinero eran dólares y que esos
dólares eran 2.500.000, porque sólo tenemos que Centeno anotó haber “escuchado”
que la valija tenía ese dinero, pero nada más.
La “anotación” de ese 23 de julio de 2010 continúa
explicando que luego de haber “escuchado” lo que “dijeron” otras personas,
llegan a un lugar donde el otro señor se bajó del auto y Baratta le dijo a Centeno
que fueran a “Olivos”, en tanto que en el camino, dice Centeno, lo llamó Hernán
Gómez a Baratta y que éste le dijo que lo esperara en una estación de servicio,
pero Gómez se equivocó de lugar y entonces Centeno lo llamó para que viniera
adonde él estaba con Baratta y después Gómez le entrega a Baratta “… un bolso con la recaudación de la semana y le dice que hay 1.500.000 U$S … “ y se va.
Otra vez estamos ante un hecho que sólo aparece como
“dichos” de otras personas que “escucha” Centeno, pero que no “vio” que el contenido
del bolso fuera dinero, ni que fueran dólares, ni que fueran 1.500.000. Sólo
que “escuchó” lo que “le dicen” a Baratta, pero nada nos aclara en esa
“anotación” si esa escucha se produjo desde adentro del automóvil y las personas
a las que escuchó estaban afuera, si lo hizo con los vidrios bajos o subidos
(era invierno), con vidrios empañados o no, con la calefacción o la radio
encendida, o cualquier otro dato que nos ayude a entender cuál fue la calidad
de la referida “escucha” que hizo Centeno.
Suponemos que el Dr. Bonadío tiene la prueba de
todos estos datos y también de los llamados telefónicos a los que la
“anotación” hace referencia, como para corroborar la veracidad de este relato y
asimismo creemos que tiene las imágenes de las cámaras de seguridad que existen
en las estaciones de servicio donde estuvieron, porque si así no fuera le
resultará muy difícil incorporar estas “anotaciones” como elemento de prueba
suficiente para acreditar los hechos allí narrados.
Continúa la “anotación” del 23 de julio de 2010 en
su relato y nos dice que Centeno y Baratta continúan solos y que “… Baratta nuevamente me dice que va a entrar
solo y le doy el auto; porque tenía que entregar los 4.000.000 U$S … en mano
propia al Doctor Nestor Kirchenr en el chalet donde vive el Dr Kirchner con La
Presidenta Cristina y que no querían que me vean a mi; entro a las 14.00 hs y
salió 14.25 hs, me levanto a mi y fuimos hasta la YPF de Libertador y Melo
…”
Es raro ver que Centeno ha estado escribiendo que iban
a “olivos” ó a la “quinta de olivos” cuando se refería al lugar donde ingresaba
Baratta sólo en el auto y ahora, sin razón alguna, sólo dice que es “… el chalet donde vive el Dr Kirchner con La
Presidenta Cristina …”. ¿Acaso no era la Quinta Presidencial de Olivos
adonde dijo que Baratta le ordenó ir? ¿Por qué de repente ya no es más “olivos”
o la “quinta de olivos” y pasó a llamarse “el chalet”?
Tampoco se entiende mucho la expresión de Centeno en
la que dice que “… no querían que me
vean a mi…”. ¿Quiénes no querían que lo vieran a él? ¿Quiénes no tenían que
verlo a él?
Relato un tanto raro este que cita el Dr. Bonadío.
La respuesta a la duda que tenemos del por qué
Centeno de repente le llamó “chalet donde vive” Néstor Kirchner y Cristina
Fernandez, realizada en la “anotación” del 23 de julio de 2010, podría estar en
que el Dr. Bonadío tampoco ha logrado “corroborar” ese ingreso a la Quinta
Presidencial de Olivos, tal como surge del punto 1) de las “corroboraciones”
que hizo Bonadío a sus “indicios” y del que hablamos en el capítulo XVI.
Allí vimos que Bonadío se jactó de haber
“corroborado” 44 ingresos a la Quinta Presidencial de Olivos y que en julio de
2010 tiene comprobado los ingresos de los días 6, 20 y 29, pero no ha
“corroborado” los 2 más importantes, o sea los del 21 de julio de 2010 donde
Baratta habría ingresado sólo conduciendo el automóvil con una valija color
gris que tendría 4.500.000 U$S y esta del 23 de julio de 2010 donde Baratta habría
ingresado nuevamente sólo conduciendo el vehículo con una valija que contendría
2.500.000 U$S y un bolso que contendría 1.500.000 U$S, o sea un total de
4.000.000 U$S de dólares.
Claramente le está resultando demasiado complicado
al Dr. Bonadío poder despejar las dudas respecto a su investigación y mucho más
poder determinar mediante el método de la sana crítica que las “anotaciones” de
Centeno tienen algún rasgo de veracidad.
No obstante ello se hace notar que en todo lo hasta
aquí citado por Bonadío, no se encuentra una apreciación visual directa de Centeno
del contenido de valijas o bolsos, sino sólo “anotaciones” de haber “escuchado”
lo que otros decían sobre lo que esas valijas o bolsos contenían.
Esto hay que probarlo con otros elementos más
certeros que esas simples “anotaciones”, de lo contrario no se está siguiendo
el método de la sana crítica que obliga seguir la Corte Suprema de Justicia.
Dado que nos da el horario exacto de ingreso y
egreso de Baratta (entre las 14:00 hs y la 14:25 hs), es claro que Bonadío
podrá encontrar en un futuro en las imágenes de ese 23 de julio de 2010,
quiénes y cómo ingresaron en ese horario, como así también quién se quedó
afuera esperando y, sobre todo, las anotaciones de la “guardia” que allí hay en
cuanto a la identificación de la persona que se bajó de un vehículo y esperó en
la entrada de la Residencia Oficial de la Presidencia de la Nación.
No debería ser ningún problema que Bonadío encuentre
esa prueba en virtud de ser algo de rutina para una “guardia” de un lugar como
ese.
Como al salir de ese lugar Baratta lo levantó a
Centeno y se fueron a una estación de servicio que identifica con claridad,
también debe ser fácil para Bonadío encontrar las imágenes de ese lugar en ese
horario para reconocer la llegada del automóvil en el que se transportaban, al
menos considerando que todas las estaciones de servicios cuentan con cámaras de
seguridad.
Damos por hecho que el Dr. Bonadío tiene en su poder
esas cintas de seguridad y anotaciones de guardias, ya que lo contrario sería
pensar en un Juez muy poco profesional para investigar hechos que le llaman la
atención y que toma como “indicios” relevantes para su investigación.
La continuidad del “relato” que Centeno hace en esa
“anotación” del 23 de julio de 2010, nos lleva a que en la estación de servicio
última señalada, se bajó Baratta del auto y se subió a un vehículo de Hernán
Gómez, que identifica con detalle, indicándonos Centeno que él los siguió hasta
el domicilio de Baratta.
Allí nos cuenta Centeno lo que él ve en ese lugar,
indicándonos que “… se ve que mientras venían
se repartían la parte de dinero que le había dado el Doctor Kirchner …”.
Primera vez que Centeno nos dice que “ve” dinero,
ahora claro, él nos afirma que ese dinero es “… la parte de dinero que le había
dado el Doctor Kirchner…”, como si tuviera la certeza del origen del mismo y
pudiera probarlo. Suponemos que el Dr. Bonadío le habrá preguntado cómo es que
sabía que ese dinero era el mismo que le había dado Nestor Kirchner a Baratta y
cómo sabía que Nestor Kirchner le había dado dinero a Baratta.
Esto porque a lo mejor ese dinero era algo
completamente distinto y entonces hay que probar cuál era el origen del dinero al que hace referencia Centeno, de lo
contrario el método de la sana crítica no se sigue.
Pero también estamos seguros que Bonadío le habrá
preguntado a Centeno que si al ser época invernal él pudo apreciar lo que dice
que “vio” desde el auto, sin interferencia visual alguna, como un vidrio
empañado, otros vehículos moviéndose en derredor, luces que le molestaran o
cualquier otro elemento que jugara en contra de una perfecta visión de los
hechos ocurridos.
El relato de Centeno en esa “anotación” del 23 de
julio de 2010 continúa con una charla que dice él tuvo en el interior del
vehículo con Hernán Gómez después de haberlo recogido de su domicilio para
llevarlo a otro lugar y volver a traerlo a ese domicilio. En ese viaje nos
relata Centeno que Gómez “… le decía irónicamente que quería dejar de hacer
las recaudaciones y yo le dije que
mientras se lleve algo y me dice: no
Oscarcito yo puchereo nomás; le di a entender
que yo siempre quedo afuera y me dice
esto es así nomas; que el Doctor Kirchner las quiere a todas para él y que
además le dijo: no hay más?...”.
Demasiados “dijo”, “dice”, “dije” y nada concreto
como prueba eficaz a los fines investigativos, sólo dichos de personas que
dicen que les dijeron. Muy endeble como prueba para poder aplicarlo en el
método de la sana crítica. Esto lo sabe muy bien el Dr. Bonadío, sin embargo se
anima a poner esta “anotación” como parte de su llamada “bitácora del delito”.
¿Dónde está probado el delito en todos estos “dichos”? ¿Dónde está la prueba que
corrobora cada una de las cosas relatadas en esta “anotación”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se acepta vocabulario vulgar, soez e intolerante.