lunes, 29 de octubre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XVII


ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XVII
La novena cita que hace el Dr. Bonadío en su llamada “bitácora del delito”, hace mención a la “anotación” del 23 de julio de 2010, en la que Centeno escribió que llevó a Baratta a un domicilio y bajó al subsuelo donde se encontraron con una persona que subió al auto con una valija color negra y “… le dice al lic Baratta que era lo de Comahue y que tratara de que salga el otro proyecto Comahue Cuyo son obras de energía eléctrica; le dice que hay en la valija U$S2.500.000 … “.
Estamos nuevamente en “dichos” de Centeno que expresan “dichos” de otras personas, algo que no es posible utilizar como prueba si no se corrobora fehacientemente que lo “dicho” ocurrió realmente y para ello nos tendrá que indicar el Dr. Bonadío cuáles son las pruebas que tiene sobre la existencia de esa valija de color negro subida al auto que conducía el Sr. Centeno ese día 23 de julio de 2010 en el subsuelo del inmueble ubicado en Alem 454, o sea, si tiene o no imágenes de cámaras de seguridad, registros de las “guardias” o alguna otra que amerite considerar que están acreditados esos hechos.
También deberían surgir evidencias claras de que el contenido de la valija era dinero, que ese dinero eran dólares y que esos dólares eran 2.500.000, porque sólo tenemos que Centeno anotó haber “escuchado” que la valija tenía ese dinero, pero nada más.

La “anotación” de ese 23 de julio de 2010 continúa explicando que luego de haber “escuchado” lo que “dijeron” otras personas, llegan a un lugar donde el otro señor se bajó del auto y Baratta le dijo a Centeno que fueran a “Olivos”, en tanto que en el camino, dice Centeno, lo llamó Hernán Gómez a Baratta y que éste le dijo que lo esperara en una estación de servicio, pero Gómez se equivocó de lugar y entonces Centeno lo llamó para que viniera adonde él estaba con Baratta y después Gómez le entrega a Baratta “… un bolso con la recaudación de la semana y le dice que hay 1.500.000 U$S … “ y se va.

Otra vez estamos ante un hecho que sólo aparece como “dichos” de otras personas que “escucha” Centeno, pero que no “vio” que el contenido del bolso fuera dinero, ni que fueran dólares, ni que fueran 1.500.000. Sólo que “escuchó” lo que “le dicen” a Baratta, pero nada nos aclara en esa “anotación” si esa escucha se produjo desde adentro del automóvil y las personas a las que escuchó estaban afuera, si lo hizo con los vidrios bajos o subidos (era invierno), con vidrios empañados o no, con la calefacción o la radio encendida, o cualquier otro dato que nos ayude a entender cuál fue la calidad de la referida “escucha” que hizo Centeno.
Suponemos que el Dr. Bonadío tiene la prueba de todos estos datos y también de los llamados telefónicos a los que la “anotación” hace referencia, como para corroborar la veracidad de este relato y asimismo creemos que tiene las imágenes de las cámaras de seguridad que existen en las estaciones de servicio donde estuvieron, porque si así no fuera le resultará muy difícil incorporar estas “anotaciones” como elemento de prueba suficiente para acreditar los hechos allí narrados.

Continúa la “anotación” del 23 de julio de 2010 en su relato y nos dice que Centeno y Baratta continúan solos y que “… Baratta nuevamente me dice que va a entrar solo y le doy el auto; porque tenía que entregar los 4.000.000 U$S … en mano propia al Doctor Nestor Kirchenr en el chalet donde vive el Dr Kirchner con La Presidenta Cristina y que no querían que me vean a mi; entro a las 14.00 hs y salió 14.25 hs, me levanto a mi y fuimos hasta la YPF de Libertador y Melo …”
Es raro ver que Centeno ha estado escribiendo que iban a “olivos” ó a la “quinta de olivos” cuando se refería al lugar donde ingresaba Baratta sólo en el auto y ahora, sin razón alguna, sólo dice que es “… el chalet donde vive el Dr Kirchner con La Presidenta Cristina …”. ¿Acaso no era la Quinta Presidencial de Olivos adonde dijo que Baratta le ordenó ir? ¿Por qué de repente ya no es más “olivos” o la “quinta de olivos” y pasó a llamarse “el chalet”?
Tampoco se entiende mucho la expresión de Centeno en la que dice que “… no querían que me vean a mi…”. ¿Quiénes no querían que lo vieran a él? ¿Quiénes no tenían que verlo a él?
Relato un tanto raro este que cita el Dr. Bonadío.

La respuesta a la duda que tenemos del por qué Centeno de repente le llamó “chalet donde vive” Néstor Kirchner y Cristina Fernandez, realizada en la “anotación” del 23 de julio de 2010, podría estar en que el Dr. Bonadío tampoco ha logrado “corroborar” ese ingreso a la Quinta Presidencial de Olivos, tal como surge del punto 1) de las “corroboraciones” que hizo Bonadío a sus “indicios” y del que hablamos en el capítulo XVI.
Allí vimos que Bonadío se jactó de haber “corroborado” 44 ingresos a la Quinta Presidencial de Olivos y que en julio de 2010 tiene comprobado los ingresos de los días 6, 20 y 29, pero no ha “corroborado” los 2 más importantes, o sea los del 21 de julio de 2010 donde Baratta habría ingresado sólo conduciendo el automóvil con una valija color gris que tendría 4.500.000 U$S y esta del 23 de julio de 2010 donde Baratta habría ingresado nuevamente sólo conduciendo el vehículo con una valija que contendría 2.500.000 U$S y un bolso que contendría 1.500.000 U$S, o sea un total de 4.000.000 U$S de dólares.

Claramente le está resultando demasiado complicado al Dr. Bonadío poder despejar las dudas respecto a su investigación y mucho más poder determinar mediante el método de la sana crítica que las “anotaciones” de Centeno tienen algún rasgo de veracidad.

No obstante ello se hace notar que en todo lo hasta aquí citado por Bonadío, no se encuentra una apreciación visual directa de Centeno del contenido de valijas o bolsos, sino sólo “anotaciones” de haber “escuchado” lo que otros decían sobre lo que esas valijas o bolsos contenían.
Esto hay que probarlo con otros elementos más certeros que esas simples “anotaciones”, de lo contrario no se está siguiendo el método de la sana crítica que obliga seguir la Corte Suprema de Justicia.

Dado que nos da el horario exacto de ingreso y egreso de Baratta (entre las 14:00 hs y la 14:25 hs), es claro que Bonadío podrá encontrar en un futuro en las imágenes de ese 23 de julio de 2010, quiénes y cómo ingresaron en ese horario, como así también quién se quedó afuera esperando y, sobre todo, las anotaciones de la “guardia” que allí hay en cuanto a la identificación de la persona que se bajó de un vehículo y esperó en la entrada de la Residencia Oficial de la Presidencia de la Nación.
No debería ser ningún problema que Bonadío encuentre esa prueba en virtud de ser algo de rutina para una “guardia” de un lugar como ese.

Como al salir de ese lugar Baratta lo levantó a Centeno y se fueron a una estación de servicio que identifica con claridad, también debe ser fácil para Bonadío encontrar las imágenes de ese lugar en ese horario para reconocer la llegada del automóvil en el que se transportaban, al menos considerando que todas las estaciones de servicios cuentan con cámaras de seguridad.
Damos por hecho que el Dr. Bonadío tiene en su poder esas cintas de seguridad y anotaciones de guardias, ya que lo contrario sería pensar en un Juez muy poco profesional para investigar hechos que le llaman la atención y que toma como “indicios” relevantes para su investigación.

La continuidad del “relato” que Centeno hace en esa “anotación” del 23 de julio de 2010, nos lleva a que en la estación de servicio última señalada, se bajó Baratta del auto y se subió a un vehículo de Hernán Gómez, que identifica con detalle, indicándonos Centeno que él los siguió hasta el domicilio de Baratta.
Allí nos cuenta Centeno lo que él ve en ese lugar, indicándonos que “… se ve que mientras venían se repartían la parte de dinero que le había dado el Doctor Kirchner …”.
Primera vez que Centeno nos dice que “ve” dinero, ahora claro, él nos afirma que ese dinero es “… la parte de dinero que le había dado el Doctor Kirchner…”, como si tuviera la certeza del origen del mismo y pudiera probarlo. Suponemos que el Dr. Bonadío le habrá preguntado cómo es que sabía que ese dinero era el mismo que le había dado Nestor Kirchner a Baratta y cómo sabía que Nestor Kirchner le había dado dinero a Baratta.
Esto porque a lo mejor ese dinero era algo completamente distinto y entonces hay que probar cuál era el origen del dinero al que hace referencia Centeno, de lo contrario el método de la sana crítica no se sigue.

Pero también estamos seguros que Bonadío le habrá preguntado a Centeno que si al ser época invernal él pudo apreciar lo que dice que “vio” desde el auto, sin interferencia visual alguna, como un vidrio empañado, otros vehículos moviéndose en derredor, luces que le molestaran o cualquier otro elemento que jugara en contra de una perfecta visión de los hechos ocurridos.

El relato de Centeno en esa “anotación” del 23 de julio de 2010 continúa con una charla que dice él tuvo en el interior del vehículo con Hernán Gómez después de haberlo recogido de su domicilio para llevarlo a otro lugar y volver a traerlo a ese domicilio. En ese viaje nos relata Centeno que Gómez “… le decía irónicamente que quería dejar de hacer las recaudaciones y yo le dije que mientras se lleve algo y me dice: no Oscarcito yo puchereo nomás; le di a entender que yo siempre quedo afuera y me dice esto es así nomas; que el Doctor Kirchner las quiere a todas para él y que además le dijo: no hay más?...”.
Demasiados “dijo”, “dice”, “dije” y nada concreto como prueba eficaz a los fines investigativos, sólo dichos de personas que dicen que les dijeron. Muy endeble como prueba para poder aplicarlo en el método de la sana crítica. Esto lo sabe muy bien el Dr. Bonadío, sin embargo se anima a poner esta “anotación” como parte de su llamada “bitácora del delito”. ¿Dónde está probado el delito en todos estos “dichos”? ¿Dónde está la prueba que corrobora cada una de las cosas relatadas en esta “anotación”?


domingo, 28 de octubre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XVI


ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XVI
En la sexta cita que hace el Dr. Bonadío en su auto de mérito, relativa a la por él identificada como “bitácora del delito”, menciona la “anotación” del 27 de enero de 2010 a las 13:35 hs, en la que Centeno escribió que llevó a Baratta al Hotel Firs’t Park, que bajaron al 2° subsuelo con el auto y que allí no lo esperaba nadie pero que Baratta “… subió a verlo al Ing. Ruben Valenti; luego a los 15’ bajaron con un un bolso lleno de dinero (200.000 U$S) y una caja de vino tinto Lagarde …
Nuevamente desconocemos por qué el Dr. Bonadío no sabe leer el idioma español, ya que claramente surge de la “anotación” que Centeno no estuvo presente en esa reunión y por lo tanto no sabe el contenido del bolso a no ser que lo haya visto, pero no lo indica y mucho menos la cantidad que en él podría haber habido, como tampoco si eran dólares u otra cosa.
Centeno claramente señala que Baratta SUBIÓ y que después de 15 minutos BAJARON, por ende él no subió, no “vio” ni percibió con ninguno de los sentidos lo que allí ocurrió. O se lo imaginó o sólo son dichos de los que “tomó conocimiento” o, quizás, “pensó” que así fueron.
Otra cita más que el Dr. Bonadío no puede utilizar con capacidad de prueba en este proceso.

La séptima cita a la que alude Bonadío es del mismo día 27 de enero de 2010 pero esta vez de las 20:30 hs, en la que Centeno “anotó” que llevó a Baratta a su domicilio y que éste “… subió con todo el dinero recaudado del día, luego de sacar su parte, bajó y lo lleve a entregarle a Daniel Muñoz en Uruguay 1306 y luego lo lleve al lic a su dpo y me fui a casa …”.
Sigue el problema para el Dr. Bonadío en considerar a esto como una prueba válida, por cuanto nuevamente vemos que Centeno coloca claramente que Baratta SUBIÓ a su departamento y luego BAJÓ para que él lo llevara al domicilio de Uruguay 1306 a “entregarle a Daniel Muñoz”. No “vio” lo que pasó en el departamento de Baratta por cuanto no subió con él, entonces no percibió con ninguno de sus sentidos nada de lo que allí ocurrió, siendo sus dichos sólo algo de lo que “tomó conocimiento” o sólo “pensó” que había ocurrido.
Destaco que cuando dice que fueron a Uruguay 1306 menciona que fueron a “entregarle” a Muñoz, pero no indica qué le entregaron, con lo cual puede ser cualquier cosa, siendo entonces otra cita que no tiene la más mínima chance de ser considerada prueba de delito alguno.
Lo que sí está claro es que Centeno no manejó nunca los bolsos por cuenta propia o sin la presencia de alguien más, con lo cual sus dichos de los contenidos de los bolsos queda como que él “piensa” lo que contienen o “toma conocimiento” por dichos de terceros, pero nunca como que él lo “vio”, al menos hasta lo que llevamos analizado de las citas elegidas por el Dr. Bonadío.

La octava cita a la que alude Bonadío en su llamada “bitácora del delito”, alude a la “anotación” del 21 de julio de 2010 en la que Centeno narra cómo se encontró con el Ing. Ezequiel García en un domicilio, lo lleva a éste hasta otro lugar, bajan al subsuelo y que “ luego sale esta persona con una valija color gris y la pone en el baúl de mi auto…”, indicando Centeno que “… hablaban García y este señor de que eran 4.500.000 U$S … que eran “del Comahue y de lo otro” decían”.
No hay ninguna intervención directa de Centeno en la que tenga contacto personal o visual con el contenido de la valija, sólo “vio” una valija y que la misma fue colocada en el baúl del auto que él manejaba, luego “escuchó” lo que hablaban o decían, por lo que tampoco amerita esta cita ser considerada como prueba válida de delito alguno, máxime cuando quien “escucha” lo que “hablaban” o “decían”, no nos indica si lo hizo desde adentro del auto y los otros estaban en el exterior, si por el frío de la época (invierno), los vidrios estaban empañados, si utilizaba la calefacción del vehículo para calentarse dentro de él, si la radio estaba encendida, si había ruidos del exterior o cualquier otro indicio que puedan haber alterado su “percepción visual y sonora” de lo que hacían, “hablaban” o “decían” las otras personas mencionadas por él en su anotación.
Suponemos que el Dr. Bonadío nos va a despejar estas dudas con prueba que corrobore los hechos, al menos es lo que tendría que hacer para considerar que utilizó el método de la sana crítica en su decisión.
Continúa esa octava cita que toma como “indicio” el Dr. Bonadío, con la “anotación” por parte de Centeno de lo que ocurrió luego de lo arriba comentado. Es así que señala que ese 21 de julio de 2010, después de tener la valija color gris en el baúl de su auto, salen del lugar y bajaron a quien la puso allí en una esquina, que ellos (Ezequiel García y él) siguieron y que García le indica que vayan a la Quinta de Olivos, que en el camino lo llama Baratta a García para indicarle que los esperaba en otro lugar, que allí se sube al auto Baratta y se van a la Quinta de Olivos, pero que antes de llegar dejan a Ezequiel en una estación de servicio y ellos siguen hasta la entrada de la quinta de Olivos donde Baratta lo hace bajar a Centeno porque “… me dice que tenía que entregar en mano propia al Doctor Nestor Kirchner la plata y me dice que va a entrar el solo y manejando el auto y así fue que me quedo afuera de la Quinta y él entra a las 15.55 hs y sale a las 16.30 hs y me levanta a mi y seguimos en busca de Ezequiel …”.
Nuevamente estamos ante “dichos” de otras personas que son “dichos” por el Sr. Centeno (el clásico dice que dicen), algo que el Dr. Bonadío sabe muy bien no puede ser utilizado como prueba válida si no son corroborados fehacientemente.
La “anotación” nos da la certeza que el 21 de julio de 2010, entre las 15:55 hs y las 16:30 hs., el Sr. Centeno estuvo parado en la puerta de acceso a la Quinta Presidencial de Olivos, con lo cual no será muy difícil para Bonadío rescatar la filmación de ese momento y corroborar que así fue en la realidad. ¿O no se filma la puerta de acceso de la residencia oficial de los presidentes argentinos?
También podrá revisar los cuadernos de anotaciones de la guardia que allí existe y que seguramente tiene asentado que ese día, a esa hora, ingresó el vehículo guiado por el Sr. Baratta y que afuera se quedó el chofer del mismo a esperarlo.
¿O no es motivo de sospecha que en la entrada de la residencia presidencial de Argentina se baje el chofer y continúe sólo la persona que era conducida en el vehículo? ¿Acaso a ningún guardia presidencial se le ocurrió chequear la identidad de quien se bajó y se quedó allí en la puerta? Suponemos que sí y por eso será fácil para el Dr. Bonadío que nos presente esa prueba así nos corrobora esa parte de la “anotación” en la que Centeno dice que se quedó afuera de la Quinta de Olivos.

Pero vemos que esa octava cita rescatada por el Dr. Bonadío, continúa el relato luego de haber salido de la Quinta de Olivos y se lee que después de recoger a García en la estación de servicio donde lo habían dejado (suponemos), “… cambiamos el volante y sigo manejando yo y los llevo al ministerio de planificación; y subieron juntos con un bolso personal del lic Baratta donde supuestamente llevaban sus partes de cada uno …”.
No es muy difícil para nadie darse cuenta que esta “anotación” sólo se basa en “supuestos” y nada en algo comprobado por el Sr. Centeno, tanto es así que nuevamente coloca que eran los otros los que “SUBIERON” y no él, a más de ser expreso en que todo lo “suponía”.

Pero vayamos hacia atrás en el auto de mérito y concentrémonos en las “corroboraciones” que de las “anotaciones” ha hecho el Dr. Bonadío, las que tratamos en capítulos anteriores.
En el punto 1) de las “corroboraciones” nos dice que “… se encuentran acreditados muchos de los ingresos a la Quinta Presidencial de Olivos…” y uno piensa entonces que entre esos muchos ingresos acreditados por Bonadío estarán aquellos que él considera lo suficientemente importantes como para que sus “indicios” tenga una corroboración, porque de lo contrario no hay lógica jurídica.
Si selecciona un “indicio”, la lógica jurídica nos señala que es lo primero que debe probar. Bueno, al parecer no ha sido así.
Este es el texto de aquél punto 1) de las “corroboraciones” realizadas por Bonadío:



Vemos acreditados un total de 44 ingresos a la Quinta Presidencial de Olivos, pero no encontramos por ningún lado que esté corroborado el ingreso de esta octava cita, es decir el ingreso efectuado por Baratta sólo, sin Centeno como chofer, que se realizara según las “anotaciones” rescatadas por el Dr. Bonadío, el 21 de julio de 2010.
Están “corroborados” los ingresos del 6, el 20 y el 29 de julio de 2010, pero vaya sorpresa, el Dr. Bonadío no ha podido acreditar el ingreso del 21 de julio de 2010, justo en la que Centeno “anotó” con tanta precisión la hora de ingreso y egreso de la Quinta de Olivos y justo cuando el chofer dice que se entregaron 4.500.000 U$S en una valija color gris.

No creo que el Dr. Bonadío sea tan poco profesional como para no haberse dado cuenta de estas consideraciones y nos probará todos los hechos conforme al método de la sana crítica, ya que con esta “anotación” que él cita y las “corroboraciones” que antes había hecho, sólo tenemos más dudas que certezas.


jueves, 25 de octubre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XV


ANOTACIONES DE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XV
Vamos a continuar analizando los puntos en los que el Dr. Bonadío cita la por él llamada “bitácora del delito”.
Hace mención el Dr. Bonadío en la tercer cita que toma en consideración, a la “anotación” del 12 de enero de 2009 que se corresponde con la que anteriormente había citado del 5 de enero de 2009 -donde se señaló el asunto de la valija de 40 kg de peso con 6 millones de dólares (según el Sr. Centeno)- y donde el chofer señala que ese 12 de enero a las 20 hs llevó al Sr. Baratta desde el Ministerio a su domicilio para pasar a buscar aquella valija que dejaron hacía una (1) semana allí para luego entregársela al Sr. Daniel Muñoz en el domicilio de Uruguay 1306.

La dirección de calle Uruguay 1306 se corresponde con uno de los domicilios de los esposos y ex Presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quienes tienen –ahora sólo lo tiene la Sra. Cristina Fernández porque su ex esposo falleció-, un departamento en el 5° piso.
El citado Daniel Muñoz es Héctor Daniel Muñoz, hoy fallecido y quien en vida fue secretario privado de Néstor Kirchner. Ambos están muertos y son las 2 personas muertas a las que se aludió en capítulos anteriores como que eran investigadas por el Dr. Bonadío en esta causa.

De esta anotación surge con claridad que la valija que supuestamente Baratta entrega a Muñoz (hecho que se tiene que probar por el Dr. Bonadío), estuvo una semana en el domicilio del primero, por lo que no hay evidencia alguna que el contenido de la misma sea el relatado por Centeno en la anotación del 5 de enero de 2009.

Tenemos entonces dos (2) hechos no probados. El primero es que Baratta le haya entregado esa valija a Muñoz y el segundo que la valija haya tenido el mismo contenido que el indicado por Centeno en la “anotación” del 5 de enero de 2009.

No dice el chofer Centeno que vio cuando Baratta entregaba esa valija a Muñoz y tampoco que haya corroborado el contenido de la misma, como tampoco menciona que haya sido él quien la manipuló, como aquella vez del 5 de enero de 2009 en la que nos dijo que pesaba 40 kg más o menos.
Por lo tanto Bonadío no tiene más que una simple expresión respecto a que era la misma valija, pero no en cuanto a que era el mismo contenido.

No hay delito en estos hechos citados.

La cuarta cita que menciona Bonadío se corresponde con la “anotación” del 3 de junio de 2009, señalando que allí se indica que Centeno llevó a Baratta y un tal Nelson a Presidencia y luego los llevó al Ministerio de Trabajo a una reunión, de la que salió Baratta junto a Walter Fagias y a ambos los llevó al domicilio de este último, donde Centeno dice que Fagias “… le entregó una mochila con dinero a Baratta; por el peso la mochila tendría 300.000 U$S …” y que de allí lo llevó a Baratta a su domicilio

Es evidente que el Sr. Centeno, chofer de Baratta, debe haber entrado al domicilio de Walter Fagias como para saber que éste fue quien le entregó a Baratta una mochila que contenía dinero, porque de lo contrario no sabemos cómo el chofer puede hacer dicha afirmación. También debe haber visto el dinero, sino no podría saber el contenido de la mochila, sobre todo no pudo saber jamás sin verlo que se trataba de dólares y no de otro tipo de billetes.
Además debe haberla cargado a la mochila el Sr. Centeno, porque es la única forma de saber cuál era su peso.
Lástima que nada de esto lo dice Centeno en su “anotación” y por lo tanto sólo tenemos su palabra y la credulidad del Dr. Bonadío para suponer que esto es verdad. Demasiado poco para ser utilizado con el método de la sana crítica que está obligado a usar el Dr. Bonadío en sus resoluciones investigativas.

No sabemos bien si Centeno “vio”, “tomó conocimiento” o “pensó” que la mochila tenía dinero y que eran dólares, como tampoco si la pesó o la sostuvo como para “sentir” su peso.

Ya sabemos por cálculos que hicimos en capítulos anteriores que un millón de dólares pesan 10 Kg, por lo que 300.000 dólares pesan 3 kg. Esto es lo que debió “sentir” Centeno que pesaba esa mochila. ¿Se lo preguntó Bonadío? ¿Cómo calculó Centeno que ese era el peso exactamente? ¿Con qué lo comparó?

Demasiadas dudas que deberán ser resueltas por el Dr. Bonadío.
                                                                                            
Veamos ahora la quinta cita del Dr. Bonadío de la referida por él como “bitácora del delito”, que a decir verdad hasta ahora no sería tal porque no podemos corroborar la existencia de ningún delito en las citas antes mencionadas, pero sigamos el razonamiento del Dr. Bonadío como para analizarlo.
Hace mención en su auto de mérito a la “anotación” del 19 de noviembre de 2009  y dice que es donde Centeno señala lo que ocurre a las 20:05 hs.
Esta es la “anotación” del 19/11/2009 que publicó el Diario La Nación y no se corresponde con lo señalado por Bonadío:



He agrandado las imágenes a propósito como para que todos puedan encontrar qué es lo que pasó aquí. No hay ninguna “anotación” a las 20:05 hs, pasando de la realizada a las “10:20” al final del anverso de la hoja donde comenzó a anotar las referencias de ese 19 de noviembre de 2009, a la correspondiente a las “09:00” en el reverso de la misma hoja.
Incomprensible todo. Sobre todo que luego siguen las anotaciones de las “13:30” y las “22:10”, para posteriormente comenzar con las “anotaciones” del día 24 de noviembre de 2009. Se salteó completamente las “anotaciones” de los días viernes 20 de noviembre de 2009 y lunes 23 de noviembre de 2009.
¿Qué ha pasado aquí? La urgente participación de un perito es indispensable.
¿Nos quieren ocultar algo que no quieren que veamos?

Aclaramos que tampoco esta cita se corresponde con las “anotaciones” del 19 de noviembre de 2008 o la del 19 de noviembre de 2010.

Nos enfrentamos nuevamente a una discrepancia importante entre lo expresado por el Dr. Bonadío en su auto de mérito y las imágenes de los “cuadernos” publicadas por el Diario La Nación, lugar donde trabaja el Sr. Cabot que fue quien acercó a la justicia estas imágenes.

Pero no nos quedemos sólo en estas incomprensibles discrepancias de las que Bonadío no da cuenta y sigamos el hilo de la cita que hace éste en su auto de mérito.
Nos dice que de esa “anotación” del 19 de noviembre de 2009, surge que Baratta se encuentra con Hernán Gómez en la puerta del edificio del primero (damos por sentado que se refiere a la puerta del edificio donde está el domicilio de Baratta y no que el edificio sea de Baratta).
Luego “relata” Centeno que Baratta y Hernán “… subieron al departamento del licenciado, para repartirse lo que a cada uno le corresponde; también sacan la parte del Doctor Llorens Rafael; Ezequiel García y Walter Fagias; luego bajaron del dpto.. y los lleve a Uruguay 1306 a entregar el grueso del dinero a Daniel Muñoz …”.
Vaya “relato” como para que un Juez Federal de la experiencia del Dr. Bonadío lo crea como verdadero.

Está más que evidenciado que el Sr. Centeno no presenció nada de lo que pasó en ese departamento, de lo contrario no hubiera puesto “subieron” y “bajaron”, sino “subimos” y “bajamos”. Por lo tanto esta “anotación” quedará como algo “pensado” por el chofer y no como algo que corroboró con la vista u otro sentido.

Es demasiado obvio el “relato” en cuanto a la nula posibilidad de probar que la ocurrencia de los hechos fue tal como se señalan por el Sr. Centeno, como para que el Dr. Bonadío le diera entidad de verdad y lo tenga en cuenta como prueba válida en esta causa. ¿O no habrá advertido esto por su poco conocimiento gramatical y dominio del idioma oficial de la República Argentina?

No hay mucho para decir sobre esta “anotación”, más que es una simple referencia imaginativa de alguien que no presenció los hechos a los que alude, por lo que la justicia no puede tomar a éstos como ocurridos de la forma “relatada”.



domingo, 21 de octubre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XIV


ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XIV
Vamos a analizar ahora el punto a) de la “Descripción del Sistema de Recaudación” que hace el Dr. Bonadío en su auto de mérito.
Allí nos señala que va a transcribir algunos párrafos de lo que él denomina “bitácora del delito”. Veremos si logra probar que lo es.

1)   Cita la anotación del 12 de noviembre de 2008, la cual ya expusimos en el Capítulo X cuando analizamos el tema de los teléfonos celulares por ser la primera en donde se menciona un número de celular (asociado al nombre Oscar como “contacto”), transcribiendo Bonadío el siguiente texto: “… al cual le entrego el lic al contacto un bolsita con dinero …”.

Sólo tenemos un número de teléfono de un celular asociado a un nombre y los dichos del Sr. Centeno respecto a que ese nombre es un contacto, a más que dijo que el “lic” –que se corresponde con la abreviatura de Licenciado y haciendo referencia al Sr. Baratta-, le entregó una bolsita con dinero.
No surge de la “anotación” que el Sr. Centeno haya visto con sus ojos que la bolsita contenía dinero, tampoco que haya sido Centeno quien la entregó.
Sólo son los dichos del Sr. Centeno.
No sólo hay que probarlo sino que hay que determinar que ello es un ilícito, por cuanto entregar una bolsita a otro no es un delito en sí mismo.

2)   La segunda “anotación” que cita es la del 5 de enero de 2009, donde Centeno da detalles de acciones en las que él no participó en forma directa, como decir que en el domicilio de Maipu 741, donde llevó a Baratta, subió éste con dos personas con las que se encontró en el lugar, al 1° B.

¿Cómo sabe Centeno que es a ese piso y a esa oficina o departamento que subió Baratta con esas dos personas? ¿Subieron todos al mismo lugar o alguno fue a otro lugar? Eso hay que probarlo y luego decir si se corresponde con un ilícito.

También transcribe Bonadío de esa cita que luego bajaron del departamento Baratta con una persona y con una valija, detallando las dimensiones de la misma indicando que era de unos 90 cm de alto por 40 cm de ancho y 20 cm de espesor. Se menciona que el Sr. Centeno la cargó al baúl del auto y éste anotó que calculó que pesaba unos 40 kg, para afirmar rotundamente que “era dinero”.

Nuevamente nos preguntamos ¿cómo supo Centeno que era dinero? ¿Lo “vio”, “tomó conocimiento” de ello o sólo “pensó” que lo era? El Dr. Bonadío nos debe una clara explicación al respecto y las pruebas que lo corroboren.

Pero vamos a detenernos en las especificaciones físicas de la valija. Dice Centeno que era de 90 cm de alto, por 40 cm de ancho y 20 cm de espesor. Si hacemos la simple cuenta matemática de alto x largo x ancho, nos da la capacidad o volumen de la valija y eso es 90 x 40 x 20, que arroja el resultado de 72.000 cm3, o sea algo así como 0,072 m3, o 72 litros.

Como en la “anotación” hay un agregado que no se corresponde con el tipo de escritura normal que hace Centeno, lo cual se verifica a simple vista, será necesario entonces que una pericia determine si la misma fue colocada contemporáneamente con el resto de lo escrito o no. El agregado pone una cifra al contenido de la valija y la determina en 6 millones de dólares.
Veamos esa “anotación” para saber de qué hablamos:



Es muy evidente el agregado final y muy burda la forma de escribirlo en relación al resto, sobre todo se nota que se quiso poner demasiado texto en poco espacio y hubo que encimar palabras al borde a más de quitar la preposición “de” antes de la palabra “dólares”. El encimado de la última línea de escritura sobre la línea divisoria de las anotaciones, también es muy evidente. En definitiva, es un trabajo de escritura posterior demasiado burdo como para que un Juez Federal lo deje pasar y no lo perite.

Pero retomemos el análisis del contenido de la “anotación”. Se dice allí por el Sr.Centeno que la valija la puso él en el baúl del auto, que pesaba más o menos 40 kg y que contenía 6 millones de dólares “más o menos”.
¿Contó los billetes? ¿Los “vio”, “tomó conocimiento” o “pensó” que eran billetes de dólares?
                                               
Hagamos los ejercicios matemáticos para saber si lo “anotado” por el Sr. Centeno puede ser verosímil en la realidad.

Ya vimos que por las dimensiones que dio el Sr. Centeno de la valija (90cm x 40cm x 20cm), ésta tenía un volumen de 72.000 cm3 o 0,072 m3 (algo así como 72 litros).
Los billetes normalmente se agrupan en fajos, un fajo de 100 billetes de 100 dólares cada uno tiene un valor de 10.000 dólares.
El volumen de un fajo de dólares de esos es de 108,3 cm3 (6,5 x 5,5 x 1,07).
O sea que en 108,3 cm3 se pueden tener U$S 10.000.
Haciendo operaciones básicas obtenemos que en 72.000 cm3 pueden caber entonces algo así como U$S 6.648.200 ó aproximadamente 665 fajos de billetes de U$S 10.000 cada uno.
En base a información de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, un millón de dólares (100 fajos de 100 billetes de u$s100) pesa exactamente 10 kilos, por lo que 665 fajos de U$S 10.000 cada uno, nos arrojan un total de 66 kilogramos y no los 40 kilogramos que señaló Centeno en sus “anotaciones”.

Si la valija que Centeno cargó en el baúl del auto tenía dólares tal como él lo señaló y ésta pesaba unos 40 kg, entonces su contenido no podía superar los 400 fajos de billetes de U$S 10.000 cada uno, que pesan 100 gramos cada uno, por lo tanto contenía 4 millones de dólares y no los 6 millones por él “anotados”.

Creo que cuando agregó esa “anotación” al final se dejó engañar por la capacidad de la valija al hacer los cálculos y no tuvo en cuenta el peso de los billetes, pero lo cierto es que su “anotación” no se corrobora con la realidad física de los elementos involucrados (valija y billetes).
También debemos considerar el peso final de la valija, que según Centeno era de 40 kg y calcular si ese peso lo podía levantar o no, para ello tenemos que hacer las siguientes reflexiones:
El peso que puede soportar una persona depende del cuerpo, de la fuerza y la resistencia, es decir puede soportar desde un 60% hasta un 170% de su peso corporal, esto se calcula de la siguiente manera:
Supongamos que una persona pesa 75 kilos y puede soportar un peso de un 60% de su peso corporal.
Entonces el peso que soporta es 75 x 60 = 4.500.
El resultado lo dividimos entre 100, 4.500 / 100 = 45.
Por lo tanto el peso máximo que puede soportar esa persona es 45 kilos.
Pero el Sr. Centeno tiene este físico y aspecto:



¿Cuántos kilos puede levantar? ¿40 kg como él dice que pesaba esa valija ó 60 kg que es lo que realmente pesarían los 6 millones de dólares?





¿Ha tenido todo esto en cuenta el Dr. Bonadío cuando le dio valor de verdad a estos dichos?


martes, 16 de octubre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XIII


ANOTACIONES DE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XIII
Para analizar mejor la parte del auto de mérito del Dr. Bonadío referida al “SISTEMA” de recaudación, pondremos ahora la descripción que hace del mismo, dejando para después lo que puso en primer término en relación a la “bitácora del delito”, por cuanto cada “anotación” de “los cuadernos” extraída por el Dr. Bonadío para armar esa bitácora, merecerá una crítica individual que tiene su fundamento en la crítica general que se hará a continuación.

Dice el Dr. Bonadío:



1)   Afirma que los funcionarios recibían dinero en efectivo de los empresarios y que ese dinero era principalmente en moneda estadounidense, agregando que el “pase” de dinero se hacía de automóvil a automóvil o también en oficinas públicas o privadas, con lo cual obtenemos como certezas:
a.    El dinero nunca lo recibió el chofer Centeno y eso nos puede llevar a afirmar que éste no estuvo en contacto con el mismo en forma personal, por lo que si anotó en “los cuadernos” que era dinero en moneda estadounidense, entonces lo sabe porque lo “vió”, o sólo porque “tomó conocimiento” de ello, o también pudo ser que “pensó” que era dinero en moneda estadounidense. El Dr. Bonadío deberá despejar esa duda ya que conforme surge del mismo auto de mérito son los tres métodos con los que el Sr. Centeno adquirió sus “certezas” que luego volcó en los cuadernos y todas son diferentes bajo un análisis jurídico de las pruebas.
b.    El dinero era “principalmente” en moneda estadounidense, con lo cual la teoría inicial del Dr. Bonadío queda descartada porque éste alude que con esta asociación ilícita se le “sacaba” dinero al Estado producto de las licitaciones ganadas por las empresas con sobreprecios. Sabido es que el Estado argentino paga sólo en PESOS argentinos las licitaciones, porque es la moneda de curso legal en el país, entonces ese dinero en moneda estadounidense no tiene ese origen. Además retomamos la expresión de Bonadío cuando dijo en este mismo auto de mérito que los funcionarios recibían dinero “ilegal”. ¿Se refería a esto entonces? Si así fuera debe explicitar detalladamente qué diligencias ha hecho para probar el origen de ese dinero y si abrió una causa por lavado de dinero.
c.    El dinero era entregado por los empresarios a los funcionarios, con lo cual éstos no “sacaban” nada del Estado, tal como lo afirmó Bonadío al comienzo de su auto de procesamiento.

Si el dinero recibido por los funcionarios era en moneda estadounidense, entonces el Dr. Bonadío tendrá que explicitar en detalle cómo es que esa moneda llegó a estar en poder de los empresarios que luego entregaban esas sumas a los funcionarios, de lo contrario hay un hueco demasiado grande en la historia que nos debe contar el Juez en función de la utilización del método de la sana crítica que le impone la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

También deberá explicitar en detalle el Dr. Bonadío cómo es que los empresarios tenían esa moneda estadounidense para estos menesteres, si eran las empresas las que habían ganado licitaciones con sobreprecios en pesos y esos pesos le fueron entregados por el Estado a las empresas, no a los empresarios.

Otro punto a explicitar en detalle por el Dr. Bonadío será saber si consideró el valor de cambio del PESO en relación a la moneda estadounidense, tanto al momento del pago de aquellas licitaciones por parte del Estado a las empresas, como de todo el período que corría entre esa fecha y la que se entregó el dinero “recaudado” por los funcionarios, para así verificar que las sumas se correspondan y su teoría inicial se corrobore respecto a que ese dinero de la “coima” tiene el origen por él indicado del pago de licitaciones con sobreprecios, de lo contrario no quedará probada su afirmación inicial y por ende este procesamiento no tendría un fundamento jurídico suficiente como para que avance la causa en contra de los imputados.

2)   Afirma el Dr. Bonadío que después de una fecha determinada (22 de octubre de 2015), el “SISTEMA” cambió y los empresarios debían concurrir al Ministerio de Planificación y acceder directamente al despacho de Baratta y, además, que con posterioridad sólo esporádicamente autos oficiales pasaban por alguna empresa a retirar la recaudación.

Es un hallazgo notable que el Dr. Bonadío tenga tanto conocimiento de TODO lo que pasó luego del 22 de octubre de 2015 porque el último cuaderno publicado en el Diario La Nación, es decir el N° 8, tiene imágenes de “anotaciones” hasta ese día justamente, no existiendo ninguna otra con posterioridad a esa fecha.
Pero claro, el Diario La Nación señala que ese cuaderno N° 8 tiene “anotaciones” que llegan al 3 de noviembre de 2015, siendo que no podemos saberlo porque esas imágenes no están al alcance del público.
Será cuestión de esperar las explicaciones que realice al respecto el Dr. Bonadío para sacarnos todas las dudas que esto trae aparejado.
Pero hay algo que confirma los puntos iniciales de este Capítulo y es que el Sr. Centeno seguía sin tener contacto directo con "la recaudación", es más, al parecer ya no tenía ni siquiera contacto visual de los hechos porque los eventos se producían en el despacho de Baratta, al que seguramente no accedía ¿o sí puede probar Bonadío que accedía el chofer?

No obstante todo ello vamos a hacer un simple resumen:

1)   El Estado licitó obras públicas que ganaron “las empresas”.
2)   El Estado pagó esas obras con “PESOS” que recibieron “las empresas”, aun cuando haya sido con sobreprecios.
3)   Luego aparecen “los empresarios” pagando a “los funcionarios”.
4)   Los “pagos” eran en “moneda estadounidense”.

¿Cómo se logra unir:
Estado+licitación+empresa+pesos
Con
Empresario+funcionario+dólares?

El Dr. Bonadío tiene la palabra.

CUADERNOS "CARAPINTADAS"

UNA VEZ ES CASUALIDAD.  DOS VECES ES COINCIDENCIA. TRES VECES ES ACCIÓN DEL ENEMIGO. Ian Fleming se lo hace decir a un personaje hablando co...