domingo, 9 de diciembre de 2018

CAUSA DE CORRUPCION "LOS CUADERNOS" - CAPITULO XXV


ANOTACIONES SOBRE "LOS CUADERNOS"

CAPITULO XXV
Ahora estamos en condiciones de analizar cuál era el/los sistema/s o método/s por el que las empresas ganaban las licitaciones y ello servía para que pagaran los retornos o coimas a los funcionarios, según los testimonios e interrogatorios que el Dr. Bonadío expone en su auto de procesamiento.

Esto es lo que Bonadío expuso al respecto en el punto VI. 20) de su auto de mérito, cuando trata lo declarado bajo juramento por Ernesto Clarens:



Para poder entender el sistema hay que aclarar lo que le dijo Clarens a Bonadío.

1)   Vialidad Nacional licitaba las obras que se debían hacer.
2)   Los presupuestos oficiales se hacían bien.
3)   Las empresas interesadas compraban los pliegos.
4)   Todos los que compraban esos pliegos eran llamados a la Cámara Argentina de Empresas Viales, conocida como “La Camarita” porque pertenecía a la Cámara Argentina de la Construcción, que entre 2004 y 2012 fue presidida por Carlos Wagner, otro imputado en la causa.
5)   En una reunión que transcurría desde las 10 hs hasta las 18 hs, aproximadamente, las empresas decidían quién se iba a quedar con esa licitación y lo hacían mediante un sistema que consistía en lo siguiente:
a.   En primer lugar se ponía sobre la mesa lo que denominaban “el pase” y que era el hecho de haber pasado en una licitación anterior para beneficio de otra empresa. La empresa que había dejado su lugar a otra, se lo cobraba en la próxima licitación y entonces ésta debía cederle ese lugar a la primera, quedando entonces eliminada de esta nueva licitación.
b.   Lo segundo que se ponía a consideración para elegir la empresa que ganaría la licitación de entre las que habían sorteado la primer etapa de “el pase”, era el lugar que éstas tenían en un ranking que no sabemos quién y cómo lo elaboraban, pero sí sabemos que Clarens se lo entregó a Bonadío, ya que éste así lo expresa en su transcripción de la declaración de Clarens, cuando nos informa que bajo juramento le dijo lo siguiente:



Nos enteramos entonces que como mínimo el ránking tenía 108 empresas y que las primera 40 son las “cartelizadas”, pero parece que esta expresa y contundente declaración de un empresario “arrepentido” no tuvo ninguna connotación jurídica para el Dr. Bonadío, dado que no actuó en consecuencia para investigar el delito de cartelización que le denunciaron.
¿Por qué Dr. Bonadío?

c.   La tercera etapa en la selección de la empresa que debía ganar la licitación consistía en volver a poner sobre la mesa “el pase” y verificar cuál era la que le tocaba quedar como vencedora en razón de que en la anterior licitación había sido la que pasó su posición a otra. Aquí debía quedar una sola empresa ganadora, de lo contrario se tenía que conforme una Unión Transitoria de Empresas (UTE) entre las que quedaran.

Vaya sistema o método, pero bueno, es el que le dice Clarens a Bonadío que se aplicaba. De todas formas no entendemos por qué Bonadío no le exigió que le explicara bien en qué consistía “el pase”, porque ahí pueden surgir pruebas para corroborar la declaración de Clarens. ¿Qué se consideraba “pasar”? ¿Por qué una empresa decidía “pasar” en beneficio de otra? ¿Qué podía recibir como compensación por “pasar”? ¿Cuál era el sistema que utilizaban como para obligar a una empresa “pasar”? En fin, un sinnúmero de interrogantes que saltan a la vista y que cualquier Juez capacitado intentaría dilucidar.
¿Por qué Bonadío no le hizo estas preguntas a Clarens?

Veamos ahora lo que le dice Carlos Wagner sobre el sistema que se utilizaba. Según Bonadío éste le dijo en la indagatoria lo siguiente:



Este extracto de declaración de Wagner que rescata Bonadío es parte del más amplio que también expuso en otra parte de su auto de mérito y que a continuación se pone a consideración en la parte que nos interesa, es decir, en la que enuncia el sistema por el que las empresas obtenían una obra licitada. Le dijo al respecto Wagner:



Es increíble que entre la declaración de Ernesto Clarens sobre el sistema que existía para determinar un ganador en las licitaciones y la que le hace Carlos Wagner, el Dr. Bonadío considera a la más escueta y menos descriptiva como la más “gráfica”, pero bueno, aclaremos ahora lo que describió Wagner.
1)   Se llamaba a licitación por parte del Gobierno.
2)   Las empresas interesadas compraban los pliegos.
3)   Las empresas se reunían libremente en distintos lugares, algunos de ellos informales, para determinar el ganador.
4)   Al reunirse las empresas para determinar quién ganaba la licitación, acordaban la empresa ganadora en función del interés por la obra y el volumen de trabajo que tenían e incluso en ocasiones competían entre ellas.
5)   Se priorizaba para considerar ganadora a una empresa, a la que menos volumen de trabajo tenía.

Deberá determinar Bonadío a quién le cree porque no es lo mismo lo que declararon Clarens y Wagner respecto al sistema, entonces uno de los dos miente, o los dos lo hacen.
¿A quién le creemos Dr. Bonadío?

¿Se reunían en “La Camarita” las empresas para decidir el ganador de una licitación o lo hacían “en distintos lugares”?
¿Se reunían por espacio de 8 horas o sólo se ponía sobre la mesa el interés en la obra y el volumen de trabajo que tenían?
¿Se consideraba “el pase” en relación a licitaciones anteriores o no?
¿Se iba decantando la cantidad de empresas que quedaban preseleccionadas conforme a un ránking o simplemente surgía un ganador sin importar ese ránking?
¿Se volvía a considerar “el pase” para continuar depurando la lista o sólo el volumen de trabajo?
¿Se le daba como ganadora de la licitación a una sola empresa o podía surgir una UTE?

El método de la sana crítica le impone al Dr. Bonadío seguir trabajando estas declaraciones, porque hasta ahora no podemos advertir que sean utilizables en un juicio serio.

Pero también nos dice Bonadío que hay una tercera explicación en relación al sistema de adjudicación de las licitaciones y es aquél que describió Jorge Fariña, quien ante su interrogatorio le dijo bajo juramento al Juez lo siguiente:



Tendremos que aclarar lo expuesto como para entenderlo y contraponerlo con lo declarado al respecto por Clarens y Wagner. Dice Fariña que el sistema era el siguiente:
1)   El Ministerio de Planificación Federal determinaba de antemano a qué empresa le iba a otorgar la obra.
2)   Luego el Ministerio, por medio de Wagner, armaba un grupo de empresas que iban al frente de la licitación.
3)   Entre el Ministerio y Wagner se ponían de acuerdo cuál era el monto que iban a ofertar para ganar.
4)   Desde el Estado se definía así el precio que se iba a ofertar.
5)   La empresa que iba a ser la ganadora ofertaba un precio cerca de ese monto ya previamente determinado por el Estado y las otras empresas ofertaban un precio mayor.
6)   Antes de la licitación las empresas coordinaban con Wagner ciertos detalles técnicos para que éste los encuadrase dentro de la licitación.
7)   Una vez determinado ello se llamaba la licitación.

¿Cómo puede un Juez considerar que es un ilícito el hecho que el Estado pone un precio para la obra a licitar y la empresa ganadora de la obra ofertó un precio cercano a ese en tanto que el resto de las empresas ofertó precios superiores?
Si las empresas se ponen de acuerdo entre ellas para que sólo una de ellas oferte el precio establecido por el Estado, es cosa de las empresas y ninguna responsabilidad penal por eso puede endilgárseles a los funcionarios públicos, en cambio sí hay responsabilidad de las empresas por cartelización.
Deberá determinar el Dr. Bonadío que los precios de las obras establecidos en las licitaciones por el Estado no fueron los que correspondían, para así después asociar esta declaración con un ilícito cometido por los funcionarios públicos.

Al parecer Fariña le entregó a Bonadío un escrito con un detalle de cómo era el sistema que se aplicaba dentro de la Cámara Argentina de la Construcción, que no es “La Camarita” dado que ésta es como se conoce a la Cámara Argentina de Empresas Viales.

Si no alcanzara con estas contradictorias afirmaciones de Fariña respecto a los otros 2 sistemas descriptos por Clarens y Wagner, para determinar la existencia de una clara duda razonable sobre cómo era el verdadero sistema por el que se adjudicaban las licitaciones, se puede agregar lo que también le expresó Fariña a Bonadío y que éste rescata en su auto de mérito cuando expone que le dijo lo siguiente:



Ahora resulta que Wagner acomodaba el sistema para beneficiar a sus empresas y si las condiciones no surgían del mismo sistema, entonces terminaba conformando las UTEs para así intervenir en la obra de todas formas.
Claramente la contradicción en las declaraciones de Clarens, Wagner y Fariña, son más que evidentes y sin embargo Bonadío les cree a los tres y afirma que con eso se ha probado el sistema.
¿Qué sistema Dr. Bonadío? ¿Podría hacernos el favor de describirlo ud. con sus propias palabras y basado en estas 3 contradictorias declaraciones?

ERNESTO CLARENS
dice
CARLOS WAGNER
dice
JORGE FARIÑA
dice
Vialidad Nacional llamaba a licitación una obra.
Llamaban a licitación una obra.
La licitación se armaba previamente por los empresarios.
Las empresas compraban los pliegos.
Las empresas compraban los pliegos.
Las empresas exigían cambios en los pliegos.
Todos los compradores de pliegos eran citados a “La Camarita” y se ejecutaba un sistema previamente acordado para ver quién hacía la obra.
Los interesados se reunían libremente en distintos lugares para determinar el ganador.
El Ministerio determinaba a qué empresa le iba a entregar la obra.
El sistema consistía en:
1)    Se cobraba “el pase”. Se ponía sobre la mesa cuál empresa había pasado en la licitación anterior y entonces ésta no participaba.
2)    Las que quedaban se ponían en lista conforme a un ránking previamente elaborado.
3)    Se ponía nuevamente sobre la mesa “el pase” para ver si entre las primeras del ránking había una que no había pasado anteriormente.
4)    Se elegía la que quedaba en primer lugar y si eran más de una iban todas en UTE.
El sistema consistía en:
1)    Se acordaba qué empresa iba a ganar la obra.
2)    Se elegía la empresa ganadora en función de su interés por la obra y el volumen de trabajo.
3)    Se priorizaban aquellas con menos volumen de trabajo.
4)    A veces se competía entre las empresas para determinar quién ganaba.
Por medio de Wagner se armaba el grupo de empresas que iban a acompañar a la empresa ganadora previamente elegida por el Ministerio.
Wagner intervenía decididamente para que sus empresas resultaran favorecidas y si no lo lograba actuaba como para intervenir de todas formas mediante una UTE.
Designado el ganador venía la discusión sobre el precio de la oferta y siempre se iba por encima del precio oficial en valores que oscilaban el 20% aproximadamente y 4 ó 5 empresas debían acompañar a la empresa que se determinaba como la que iba a ganar. Los presupuestos oficiales se hacían bien en líneas generales.
No señala que las empresas acordaran o impusieran nada en relación al precio de la obra, sólo indica que el pliego contenía lo que se le iba a pagar de anticipo a la empresa para iniciar la obra y que ese anticipo, por un compromiso asumido por las empresas, debía ser entregado a los funcionarios como contribución política.
Las empresas se ponían de acuerdo en el monto que iban a ofertar para que ganara la que ofertara el precio más bajo. El Estado determinaba el monto de la obra y la oferta ganadora estaba cerca de ese monto. El resto de las empresas ofertaban por encima de ese precio para que ganara la que ellos determinaban.

Que el Dr. Bonadío nos diga dónde está el ilícito cometido por los funcionarios públicos que surja de este relato y mencione en qué prueba se basa para así decidirlo, porque es demasiado complejo poder determinar que de estas 3 declaraciones surge con claridad, sin duda alguna y en forma expresa, que existiese un único método y que el mismo estuviese tan bien organizado y planeado como para considerar a los participantes miembros de una asociación ilícita.
Más bien parece una banda desorganizada.

Vamos a volver a la declaración de Carlos Wagner que el Dr. Bonadío rescata por lo gráfica que resulta para él. Ahí le dice Wagner a Bonadío, bajo juramento y como “arrepentido” en el marco de la Ley 27.304, que para determinar la empresa ganadora de una licitación, éstas se reunían en distintos lugares y uno de los lugares era en Venezuela 736, piso 3 de C.A.B.A., sitio al que Wagner le asigna ser la dirección de la Cámara Argentina de Empresas Viales, conocida como “La Camarita”.


Suponemos que el Dr. Bonadío habrá averiguado si realmente en la dirección de Venezuela 736, piso 3, C.A.B.A., funcionaba la Cámara de Empresas Viales. Por las dudas vamos a investigar nosotros.
Vamos a poner la imagen parcial de la Página 5 del Boletín Oficial de la República Argentina del 29 de octubre de 1986, donde se publicó un aviso de la Cámara Argentina de Empresas Viales y que es el único aviso existente en el archivo histórico del Boletín Oficial relacionado con esta Cámara empresaria. No hay más que esta publicación oficial para referencia, pero ahí veremos a qué domicilio se convoca la Asamblea General Ordinaria a desarrollarse el 12 de noviembre de 1986.



Surge de este aviso oficial que se cita a Asamblea General Ordinaria de la Cámara Argentina de Empresas Viales en la sede social de la entidad sita en Piedras 383, 3° Piso, Capital Federal (hoy C.A.B.A.).

Ahora veamos dónde está ubicada la sede de la Cámara Argentina de Empresas Viales en su inscripción ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), para lo cual ponemos la imagen de su constancia de inscripción.


Ahora veamos una imagen de la página 137 correspondiente a la publicación del N° 4957 de la revista “El Constructor”, que puede verse en internet (www.elconstructor.com - https://issuu.com/elcoblog/docs/ddc2013/137 - El Constructor, 05/10/2013 - DIA DEL CAMINO 2013  - Published on Oct 4, 2013), en la que figuran las empresas que integran la Cámara Argentina de Empresas Viales, sus direcciones y la dirección de la referida Cámara.



En el año 1998 en una publicación de World Trade Press de USA, titulada “Argentina Business”, en su página 122, figuraban los datos de la Cámara Argentina de Empresas Viales. Esta es la imagen editada a los fines de mostrar los datos que nos importan:



Doctor Bonadío, el “arrepentido” Carlos Wagner le mintió y Ud. no se ha dado cuenta, la Cámara Argentina de Empresas Viales JAMÁS funcionó en la dirección de Venezuela 736, 3° piso, C.A.B.A..-

Pero si la Cámara Argentina de Empresas Viales nunca funcionó en ese domicilio indicado por Wagner, ¿qué funcionaba entonces allí? ¿Sabrá Bonadío respondernos? Yo que él le pregunto a los responsables de la empresa PERALES AGUIAR S.A., máxime que es una de las cartelizadas según la declaración de Wagner.

Este es el lugar:





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